La calle se llena de arte

Michael Jackson tiene un ‘Ángel’

Su
traje negro con luces y sus elásticos movimientos detenían el tráfico
en el semáforo esquinero de la av. Víctor Emilio Estrada y Las Monjas.
¿Era Michael Jackson? ¿En vivo, bailando en Guayaquil? Se esfumó como en
alguna presentación sorpresa del Rey del pop esa misma noche del jueves
3 de febrero. Entonces empezó la búsqueda.

Tarea difícil
encontrarlo más si cuando se pregunta por él las respuestas más
frecuentes son: “La última vez que lo vi fue en This is it” o “Él ya se
murió”. Pero Michael Jackson sigue vivo en Guayaquil.

Ángel
Enrique Reyes es su fiel imitador y testimonio viviente de unos de los
íconos más importantes de la música. Armado con chaqueta, pantalones
negros y guantes blancos, sombrero y una peluca que utiliza para simular
el pelo ensortijado del Rey del pop, este artista urbano escoge un
semáforo casi al azar y empieza a bailar.

Ningún día es igual a
otro, ni ningún escenario de trabajo se repite durante la semana. Según
su ánimo o decisión puede rotar entre las avenidas de Urdesa (Víctor
Emilio Estrada o Las Monjas), Ceibos (del Bombero) y Kennedy Norte
(Francisco de Orellana).

Sus jornadas de trabajo le demandan de 3 a 4 horas en un semáforo en el cual gana mínimo $ 15.

Eso
sí prefiere la noche para que sus habilidades para el baile brillen
tanto como las luces de su traje que evocan a Michael Jackson. “Es mi
ídolo y para mí no está muerto, él está vivo en cada canción”.

Desde
los 14, este joven de 22 años imita al ex integrante de los Jackson
Five. Nadie le enseñó. “Yo no tuve la suerte de aprender con un profesor
de baile, solo viendo videos y practicando mucho”, dice.

No ha
sido fácil, confiesa, pues le demanda horas y días de constantes ensayos
en su casa y de estudiar al personaje con las imágenes de los dvds que
compraba.

Cuando se sintió listo, en el 2008, decidió cambiar su
oficio de bailarín pintado de gris a imitador de Michael Jackson. “Lo
que más me gusta es bailar como él porque trabajo en lo que me gusta”.

Ahora
que es tiempo de temporada hay fines de semana que se traslada a la
playa: “Voy adonde está la gente y adonde pueda aprovechar más el día”,
comenta Ángel.

También se ha presentado en bares y hoteles de la
ciudad que lo contratan por ser un conocido imitador. “Mi sueño es ser
mínimo el mejor imitador del país de Michael Jackson y de toda
Sudamérica”.

La admiración a Michael Jackson llega a tal punto
que quiso ponerle a su hijo de un año y medio el nombre de su ídolo,
pero en el Registro Civil no se lo permitieron.

Un episodio
difícil que recuerda fue el día de la muerte de Michael Jackson en el
2009. “Ese día notaba algo extraño en la gente, carro que pasaba estaba
escuchando la música de Michael Jackson y todos me daban dinero, más de
lo usual”, cuenta él. Cuando se acercó a la vitrina de un almacén de
electrodomésticos se enteró de la noticia. No pudo evitar las lágrimas.

Su esposa Andrea es cómplice de esta pasión y suele acompañarlo a trabajar con su hijo en brazos.

Confiesa
que, como el cantante, quisiera ayudar a los niños de escasos recursos
económicos. “La gente solo admira su música y no reconoce la cantidad de
obras benéficas que ejecutó”.

como me alegra estas noticias,pues la verdad vaya suerte que tiene,con un trabajo asi,me encantaria ir a trabajar

la verdad qe tienes razon rosa qe mejor trabajo qe hacer algo qe te encanta y encima de alguien a kien admiras...

ire escribió:la verdad qe tienes razon rosa qe mejor trabajo qe hacer algo qe te encanta y encima de alguien a kien admiras...

yo disfrute en madrid de una imitadora wenisma en le metro y que hasta nos dedico el baile cuanod nos vio q eramos fans se volvio loca de contenta jejeje era una artista

mira por muy mal qe lo hagan cuando es con cariño y respeto son dignos de admiracion y si encima lo hacen bien pues ale! actuacion memorable qe te llevas!...oye josele qe suerte tienes tu te vas a mi pueblo y tienes la suerte de disfrutar de una pedazo de actuacion michelistica joer! ...jijii